AVAF siempre atenta a la actualidad que le rodea, no podía faltar a la cita de uno de los mayores y más trascendentales eventos que cambiaron el ferrocarril español. Se trata de los 75 años de la primera patente del gran invento del TALGO. Documentación que se presentó el 30 de setiembre del 1943. Referente al nuevo, ligero, antidescarrilable, y ecológico tren que diseñara Alejandro Goicoechea Omar, militar español.

No es sin embargo aquella primera petición, un documento que se conozca, y sí en cambio algunas de las que sucesivamente han ido mejorando la patente inicial. Me refiero a las de 25 de octubre de 1951 y la del 19 de noviembre de 1952. Ambas ilustran a modo de pinceladas apresuradas, este reportaje. Ineludible por otra parte, porque como se sabe, eran los modelos TALGO de primera época, es decir el I y el II, acreedores de una fama sin límites, basada en la fácil inscripción de sus cortos coches en las curvas y sus sencillos rodales en los radios reducidos, y poco aguante de pesos por metro, del recorrido comprendido entre Valencia y Madrid por Cuenca. En especial del tramo entre Valencia y Buñol, que en resumidas cuentas, era y es el que mayores limitaciones presenta.
Doble celebracion por ello, la del invento revolucionario y la de la clara vinculación con nuestro entorno más próximo….ferroviariamente hablando.

Y evento que no por atrevido fuera solitario, porque no tardó en verse junto a la patente nº 2462666 -la del TALGO- que en el extranjero era conocida como la patente española por antonomasia. La «Omar», allá por el año 1949, sino porque acechaban otras como la de Schroeder del año 1945, la americana de K A Browne, y hasta la francesa con sus composiciones ligeras sobre neumáticos con ruedas de pestaña, o los automotores Bugatti.

Como se vé un adelanto que no hizo más que despertar todo lo que varios en distintas latitudes llevaban en mente, pero una convicción y un tesón, que hizo del hispano, el que perduraría en el tiempo exitosamente.
J Ll Llop
17. 4. 2018.