foto: wikipedia. 2014.

En 1852 se construyó una estación para la línea Valencia-El Grao que llegaba hasta la actual plaza del Ayuntamiento. Sin embargo, este trazado planteaba una serie de problemas, las murallas no se derribarían hasta catorce años después, y la llegada de las vías hasta el centro de la ciudad motivó numerosas quejas. En 1906 la Compañía Norte presentó el proyecto inicial de lo que llegaría a ser la estación del Norte, y en 1917 terminaron las obras, siendo inaugurada el 8 de agosto.

El arquitecto responsable fue Demetrio Ribes, que siguió las corrientes arquitectónicas dominantes en la época. De estilo modernista, su estructura es muy similar a la de otras estaciones término de la época. Se caracteriza por el uso de acero laminado en la zona de los andenes y de materiales tradicionales, como la cerámica vidriada, el trencadís y el mosaico, en la zona del vestíbulo. La decoración, tanto interior como exterior, se basa en motivos valencianos, tanto vegetales como heráldicos. La fachada principal consta de dos plantas, articuladas en un pabellón central y dos cuerpos en los extremos con forma de torreones. Las estrellas rojas de cinco puntas y el águila, símbolos emblemáticos de la Compañía Norte, presiden la decoración exterior.

Desde su inauguración ha sido un importante nudo de comunicaciones de Valencia con el resto del país, excepto Zaragoza. Durante la Guerra Civil sufrió bombardeos, motivo por el que se construyó un refugio antiaéreo debajo del ala izquierda del edificio. En 1941, su titularidad pasó a RENFE, pero respetando su nombre. En 1961 fue declarada Monumento Histórico Artístico. Entre 1980 y 1982 se realizaron trabajos de rehabilitación, que le dieron su aspecto definitivo, restando espacio para las vías y ampliando el de peatones, y siendo asimismo ampliando el espacio comercial.