imagen: Estación de Camporrobles Julio 1985 || autor: Esteban Gonzalo
Se puede decir que el ferrocarril es un medio de transporte vertebrador del territorio. Por tanto, la ausencia de éste trae consigo consecuencias sociales, económicas y demográficas. Ejemplos de ello los encontramos por toda la geografía española y el más reciente es el tramo entre Utiel y Cuenca de la línea Madrid-Valencia.
El tramo de línea férrea entre Utiel y Cuenca fue terminado en 1947, con la promesa de que tendría continuidad con la modernización de la línea hasta Valencia, ya entonces tan obsoleta que obligaba al cambio de locomotoras de vapor y a circular con menor velocidad. No fue hasta los años sesenta cuando esta línea fue regenerada con carriles reutilizados.
Constituye un trazado tortuoso con 125 cambios de rasante en 87,6 km., adaptado al terreno, como ferrocarril comarcal. Sólo fueron realizadas algunas rectificaciones entre Buñol y Valencia, consistentes en sustituir los puentes metálicos por otros de hormigón, para que los talgos pudieran circular a 140 kilómetros por hora. En diciembre de 2007 se construyó la nueva vía paralela a la del AVE, entre Requena y El Rebollar.
Por todo esto, los automotores eléctricos de la línea Valencia-Madrid fueron desviados a la línea por Albacete, a pesar de su mayor recorrido, quedando la de Cuenca como línea complementaria y en continua decadencia. Sólo se acondicionó algún tramo entre Utiel y Cuenca para ser utilizado en el transporte de materiales para la línea de alta velocidad, inaugurada en 2010, y que, a la postre, significó una mayor postergación para el tramo convencional conquense.
El 5 de abril de 2008 la línea de cercanías perdió su sitio en la entrada en Valencia, quedando en San Isidro, con los consiguientes problemas que plantean los transbordos para los usuarios. Esta situación fue subsanada el 19 de septiembre de 2015, cuando los trenes regionales llegaron nuevamente hasta València Nord, y el 4 de julio siguiente los de cercanías.
El 8 de enero de 2021 el temporal Filomena causó deterioros en la línea entre Utiel y Cuenca, por lo que la circulación de trenes fue sustituida por un servicio por carretera.
Los servicios de cercanías tienen su fin de trayecto en Utiel, sin llegar hasta Las Cuevas ni hasta Camporrobles, último municipio valenciano antes de entrar en tierras conquenses, y estación que daba servicio a Fuenterrobles, Mira y otras aldeas.
Esperemos que la suspensión de estos servicios sea momentánea y, a no tardar, sean recuperados, porque cumplen una función determinante en la vertebración de las comarcas interiores de la Comunidad Valenciana, y sirven de conexión con la provincia de Cuenca, con la que nos unen estrechos lazos históricos. Además, aprovechan eficazmente para evitar el efecto de vaciado que, cada vez con más frecuencia, se produce en las comarcas interiores de toda España.